EL MUNDO DE HOY: REFLEXIONES POLITICAMENTE INCORRECTAS

Sí, el ser humano es sensible a la verdad. Lo que ocurre es que en el mundo de hoy la verdad queda oculta en ocasiones por múltiples velos que la desdibujan y le quitan su diamantino fulgor. La verdad es la luz que ilumina los caminos de la justicia, la que permite saber a qué atenerse a hombres y mujeres, y la que posibilita la construcción de la vida sobre sólidos cimientos. Sin embargo, enfrentándose a la verdad, o por lo menos bordeándola en ocasiones, surgieron los valores políticamente correctos , es decir, aquellos que se admiten socialmente sin levantar sospechas de un pensar objetivo y libre, de forma que estos valores crecen siempre dentro de unos límites perfectamente preestablecidos por la ortodoxia política y cultural imperantes. Este libro, El Mundo de Hoy. Reflexiones Políticamente Incorrectas parte de que la verdad y la libertad son los factores sobre los que debe sustentarse una vida humana digna. Y así, con estas dos importantes aspiraciones humanas, a la vez instrumentos y a la vez objetivos, muestra el libro un pensamiento Políticamente Incorrecto que busca la verdad haciendo siempre un uso legítimo de la libertad. En consecuencia el pensamiento políticamente incorrecto no es trasgresor per se , ni se opone a nada por principio, solo pretende contemplar y admitir la realidad en su totalidad para así identificar cuestiones concretas y obrar consecuentemente. La democracia –la gran creadora de los valores políticamente correctos en nuestro tiempo- no se puede aplicar a todo. A la ciencia, por ejemplo, y en consecuencia quedan parcelas de verdad y de libertad en la realidad que deben ser buscadas y ejercitadas sin cortapisas. En esta línea, pues, se han elaborado estas Reflexiones Políticamente Incorrectas, verdaderos mini ensayos, sobre el mundo de hoy, un mundo confuso tal vez, donde reinan en exceso el eufemismo y la tiranía de lo políticamente correcto. Sin embargo, el pensamiento políticamente incorrecto viene en realidad de muy lejos: Montaigne, Quevedo, Cadalso, Larra, etcétera, lo ejercieron valientemente ya en el tiempo que les tocó vivir. El autor de este libro, Carlos Baltés, invita al lector a proseguir esa tradición de pensamiento libre y liberador.