- Editorial:
- LIBER FACTORY (GRUPO VISIÓN NET)
- Materia:
- Ficción
- ISBN:
- 978-84-15965-03-9
- Páginas:
- 300
- Encuadernación:
- Rústica
CUENTOS GOTICOS ESPAÑOLES
BALTÉS, CARLOS
El lector tiene en sus manos un libro singular. Ya su título, Cuentos Góticos Españoles, supone una rara avis en la literatura española. Sin embargo, la tierra y la historia españolas han sido escogidas en muchas ocasiones por escritores de otras literaturas para situar sus narraciones góticas de terror. Este es el caso de Edgar Allan Poe, Charles R. Maturin y Matthew G. Lewis, entre otros autores extranjeros. Cierto es que también escritores españoles como Gustavo Adolfo Bécquer o Pedro Antonio de Alarcón escribieron magníficos cuentos y relatos de miedo, aunque no de carácter estrictamente gótico. Quién sí se acercó a ese carácter literario fue el escritor aragonés Agustín Pérez Zaragoza, allá por el primer tercio del siglo XIX. Carlos Baltés, el autor de estos Cuentos Góticos Españoles , ha desarrollado en este libro, y en época actual, un mundo de horror gótico sin paragón en España hasta ahora. Piense el lector que llegar a la configuración literaria de un cuento gótico requiere un largo camino que supone adentrarse con decisión en el Horror Sobrenatural. Una vez en éste se abren dos inquietantes veredas: la primera es la del Horror de Ultratumba, que se basa en el incierto terreno del Más allá, habitado por apariciones, fantasmas, espectros, maldiciones, y la segunda es la del Horror Diabólico, que merodea también por ese incierto Más Allá, pero gravita, sobre todo, en el Diablo, en su personalidad, sus objetivos, sus poderes y sus relaciones con los humanos. El diablo es la personificación del Mal, el Delirio Sexual y la Burla. Si el Terror Popular presenta un perfil literario sencillo, lineal y relativamente ingenuo, el Terror Gótico, que es el tema de este libro y su campo principal, posee el mayor nivel de refinamiento literario. El gótico es un horror culto que presenta dos mundos paralelos: uno, amable y lleno de delicadeza, que se disfruta, y otro, descorazonador, que emerge subrepticiamente amparando una realidad sobrecogedora y tenebrosa. El terror gótico presenta una estructura circular; no se sabe en dónde empieza, pero se presiente que nunca termina. Su amenaza y pavor continúan vivas después que el lector ha cerrado el libro. En una geografía tan complicada y sombría es preciso dejar algunos mojones que, delimitando el mundo gótico, acerquen al lector a otros predios del horror literario. Este es el caso del Miedo llamado Popular, el Horror Cósmico, el Parapsicológico, o el de la terrible e inmisericorde Fatalidad. El lector encontrará así en este libro también algunos breves ejemplos de todos ellos.