LOS HUESOS DEL AGUA.

Lo no dicho, el azar, las imágenes obsesivas, la reflexión sobre el lenguaje fotográfico… son parte del camino innovador emprendido por Luis González Palma. El fotógrafo guatamalteco crea imágenes personales que son constelaciones en un mundo, el suyo, al que se accede a través de la belleza, la sorpresa y las claves de interpretación que utiliza y crea. Con el trabajo del compositor John Cage, plasma el vacío y el silencio; con el mito de la Anunciación en la pintura del Renacimiento, el deseo y la ausencia; el paño de pudor que cubre a Cristo en las obras canónicas da paso a imágenes abstractas que inquieren sobre la desaparición de lo sagrado; las manchas solares las relaciona con las formas de las hojas roídas por los insectos… Es una trayectoria arriesgada que le ha llevado a aceptar lo fortuito, lo que surge sin pretenderlo, y las relaciones subyacentes que hay entre todo como parte de la creación de unas imágenes que permanecen en el recuerdo tras atrapar la fascinación del espectador.