- Editorial:
- CRÍTICA
- Año de edición:
- 2003
- Materia:
- Sociedad y cultura
- ISBN:
- 978-84-8432-462-1
- Páginas:
- 288
- Encuadernación:
- Rústica
IMPERIOS DE PAPEL
MARÍA JOSÉ VEGA
La colonización europea del mundo y la acelerada descolonización iniciada tras la Segunda Guerra Mundial son fenómenos bien estudiados por historiadores y economistas, pero sólo en fechas muy recientes se ha atendido a sus fundamentales perspectivas literarias. A finales de los años setenta, gracias a la brillante, documentada y provocadora labor de Edward Said, se gestó la corriente de análisis cultural conocida como crítica postcolonial, que ha supuesto una profunda renovación en el modo de leer los textos europeos de los últimos dos siglos, al situarlos en un horizonte político soslayado hasta la fecha (la cuestión del imperio); al mismo tiempo, se ha prestado oídos a la compleja y atormentada dialéctica entre las literaturas surgidas de la descolonización y sus antiguas metrópolis. María José Vega, profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha realizado la primera presentación sistemática de los temas, métodos y problemas de la crítica postcolonial, sensible a asuntos de tanto alcance y actualidad como la configuración literaria de la nación, la construcción de una determinada imagen del "otro", la poliglosia, la hibridación colonial, las voces subalternas o la "contraescritura" de la tradición europea por parte de quienes fueron sus colonias. En las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX, las potencias europeas lograron dominar más de las tres cuartas partes del mundo. No sólo las lenguas acompañaron a los imperios en su expansión militar, política y económica: lo hicieron además las tradiciones literarias y los géneros, las maneras de describir el mundo y explicarlo. El colonialismo y la rápida descolonización posterior a la segunda guerra mundial se libraron en un espacio físico, pero también en el ámbito cultural y simbólico, el de las representaciones y las producciones artísticas. A finales de los años setenta, gracias a la obra de Edward Said, se gestó la corriente de análisis que conocemos como crítica postcolonial, que propone un modo renovado de leer los textos, consciente de las relaciones de la literatura y el arte con el cruento ejercicio del control imperial.