- Editorial:
- OCTAEDRO, EDICIONES
- Año de edición:
- 2010
- Materia:
- Lingüística/filologia
- ISBN:
- 978-84-9921-091-9
- Páginas:
- 160
- Encuadernación:
- Rústica
EL LIBRO DE LAS LENGUAS
JUNYNET FIGUERAS, CARME / MUNCUNILL DAZA, CRISTINA
El concepto de lengua nos parece algo tan natural, que rara vez dudamos de la existencia de las lenguas. Las percibimos como algo concreto, con unos límites en el espacio y en el tiempo, y como algo que se acumula en el espacio o en las personas. Sin embargo, cuando hacemos afirmaciones del tipo "En Rumania se habla rumano" o "La lengua de China es el chino" sabemos que lo que decimos no se ajusta del todo a la realidad. O cuando hablamos del nacimiento del castellano, o de la antigüedad del vasco, o cuando periodizamos las lenguas (inglés antiguo, persa moderno ...), ¿acaso no estamos segmentado un continuo? Asistimos a debates sobre si el asturiano es una lengua o no, o si el catalán y el valenciano son la misma lengua, hemos visto cómo recientemente el serbocroata se fragmentaba en serbio, croata y bosnio y podríamos seguir citando ejemplos sin parar que demuestran que el concepto de lengua lo es todo menos ajustado a la realidad. De lo que no cabe duda es de que la noción de lengua está tan enraizada en nuestro mundo conceptual que podría ser un ejemplo perfecto de determinismo lingüístico: las lenguas existen porque las nombramos. La lingüística se ha enfrentado a este constructo cultural -y, por tanto, no universal- en dos sentidos a veces opuestos, a veces divergentes. Si por un lado se ha basado en una noción de lengua muy cercana al estándar, por otro ha ido creando ramas y subramas para explicar la variación: la pragmática, la sociolingüística, la etnografía de la comunicación, etc. Es decir, al mismo tiempo que se basaba en ese concepto, la evidencia de que la lengua lo es todo menos algo tangible, la ha llevado de crisis en crisis. Este malestar se hace evidente cuando se trata de definir el concepto.